Kinder B
En este grupo de pequeñines la inquietud es un ingrediente que abuuuuuuuuuuunda. Antes de entrar al salón de clase me emociono pensando si ¿hoy los voy a conquistar?... y digo así "conquistar" porque luego de varias lecciones donde corría tras ellos para llevarlos hasta el círculo o gastaba importantes minutos en suplicar atención, decidí cambiar de estrategia y cuestionarme si la solución era ¿regañar o conquistar?. Ahí comenzó el reto: en cuanto mis alumnos comenzaron a descubrir lo falsa que me sale una cara molesta.
Nunca he sabido regañar. Sé como apelar a la conciencia, provocarle una crisis moral a mi interlocutor o indagar en las motivaciones personales que promueven un determinado comportamiento... pero poner una mueca que asuste, lamentablemente, no es mi fuerte.
Entonces, conquistar se me hace necesario para desarrollar mi trabajo.
¿Cómo lo logré? (o lo intento lograr): descubriendo el concepto de "comunidad".
Intento que mis chicos y chicas comprendan que no solamente me puedo divertir con mi amiga querida, la que se sienta incondicionalmente a mi lado, o con el amigo que todos los días me habla sin parar.
Por eso, nos ubicamos imaginariamente en un lugar común (un barco) y somos personajes iguales (piratas) buscando intereses que nos involucren como equipo (el tesoro).
Juntos nos divertimos más, de eso intento convencerlos y hoy, de no ser por pequeñas distracciones, casi los "conquisto".
SUEÑOS
Hace 14 años
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